El selfie es una nueva modalidad que utilizan
las personas para darse a conocer en las redes sociales o en las múltiples tecnologías
interactivas, esto mediante autorretratos que muestran estados o actividades de
sí mismos.
En la actualidad la interacción social pasó a
un plano muy distinto gracias a la masificación y evolución de las tecnologías,
ahora se logra estar más “conectado” y en constante relación con la sociedad.
Se es parte de un fenómeno en donde la comunicación y expresión constante en
diversos medios virtuales es una prioridad o necesidad del individuo. La búsqueda
de aprobación y mostrar un estatus se vuelve parte de la necesidad de
pertenecer al medio, al mundo y a la sociedad; formar parte de esta red social
virtual hace que haya un lugar “seguro” y accesible para cualquier persona, sin
importar sus particularidades.
Según la Asociación Americana de Psiquiatría
en el DSM V (Manual Estadístico Diagnóstico) el comportamiento selfie muestra
la búsqueda de atención social para satisfacer las necesidades narcisistas de
los individuos mediante autorretratos y compartiéndolo en las distintas redes
sociales; cuando este comportamiento se vuelve reiterado y ocasiona ansiedad, estrés
e incluso depresión, es donde encontramos el trastorno selfie, este conlleva
conductas obsesivo-compulsivas aunado a una autoestima inadecuada.
Por otro lado este trastorno refleja la necesidad
de llenar algún tipo de vacío existencial, la baja tolerancia a la frustración
y el temor al rechazo, podría estar haciendo que los jóvenes en la actualidad
se escuden en las redes sociales como una forma de interrelacionarse y crear un
falso sentido de pertenencia. El trastorno está íntimamente relacionado a un
uso compulsivo que no le permite al individuo llevar una vida normal en todos
los niveles en los que se desenvuelve: familia, estudios, trabajo, pareja…
La APA aclara que la intención de estos
individuos es compensar una baja autoestima o una deficiencia en el manejo de
su intimidad y vida social, en donde dependiendo de la reiteración de la
conducta compulsiva es así la gravedad de la misma. Lo clasifica de tres maneras:
-Selfie Borderline: tomarse autorretratos tres veces al dia, pero no son publicadas en medios sociales.
-Selfie agudo: tomarse fotos de sí mismo tres veces al día y la publicación de cada una a los medios sociales.
-Selfie crónico: impulso incontrolable de tomar fotos de uno de sí mismo durante todo el
día y la publicación de las fotos en las redes sociales más de seis
veces al día.
Es un problema que puede generar riesgos de
padecer otros trastornos, principalmente en los adolescentes, ya que la
constante exhibición en las redes sociales genera un ideal de vida, o de imagen, haciendo que se incentive
la ansiedad o las distorsiones cognitivas y corporales.
El selfitis como tal es mejor considerarlo
como la expresión de un trastorno mental que está oculto y está siendo
manifestado mediante conductas compulsivas generando ansiedad y depresión. Los
trastornos asociados a esta enfermedad son: la dismorfia corporal, trastornos
obesivo-compulsivos, depresivos y ansiosos.
El tratamiento se basa en encontrar la raíz y
las razones de esas conductas, la terapia cognitivo conductual se usa para que
el paciente reconozca su comportamiento y logre controlar la compulsión, además
disminuir la ansiedad y los pensamientos negativos. En otros casos se utiliza
la hipnosis clínica.
Licda. María Fernanda Prado Ocampo.
Psicóloga,
nanared10@gmail.com
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