La
resiliencia se entiende como la capacidad de un individuo de hacer frente a las
adversidades y factores estresantes de la vida, en donde a pesar de correr un
riesgo, existe la capacidad de proteger la propia integridad bajo presión, más allá
de la resistencia es la capacidad de adaptarse al medio en las circunstancias difíciles,
inclusive en las más traumáticas de la vida.
En otras
palabras la resiliencia es ser capaz de tener un desarrollo exitoso a pesar de
las circunstancias muy adversas de la vida (muerte de los padres, guerras,
graves traumas, etc.)
Se dice que
la resiliencia no es una virtud heredada o innata, se ha descrito más bien como
una habilidad para exitosamente enfrentar el estrés y los eventos adversos que
proceden de la interacción de diferentes elementos de la vida cuando se está en
la niñez como por ejemplo: el temperamento biológico y las características internas,
especialmente la inteligencia, el locus de control interno o el locus de
dominio, a familia y el ambiente de la comunidad en la que se vive,
especialmente la relación con la crianza y las cualidades de apoyo que están presentes;
y el número, la duración, intensidad de las circunstancias estresantes o adversas
por las que se ha pasado, especialmente a temprana edad.
La definición
más acertada de resiliencia es la de Garmezy (1991) que la define como: “la
capacidad para recuperarse y mantener una conducta adaptativa después del
abandono o la incapacidad inicial al iniciarse un evento estresante.” También este
autor nos dice que la resiliencia no se trata de un tipo de invulnerabilidad al
estrés sino más bien a la habilidad de recuperarse de eventos negativos.
Características
de una persona resilente
Entre ellas
encontramos:
-Capacidad
exitosa en un ambiente cambiante
-Carácter de
dureza e invulnerabilidad
-Dinamismo
entre la interacción de factores de riesgo y protección, que actúan para
modificar los efectos adversos de un evento.
-Autonomía,
autoestima adecuada
-Compromiso
con la vida
-Control
(de sus sentimientos, o influencia personal en los acontecimientos experimentados)
-Se propone
desafíos (creencia de que es el cambio y no la estabilidad que da el éxito, característica
importante y necesaria en la vida)
Todo lleva
a que si se produce un acontecimiento estresante, la persona tiene estrategias
para amortiguarlo y no verlo solo en un sentido negativo.
La
resiliencia debe verse como un proceso en el que interviene distintos factores
no solo implicando la personalidad del individuo, sino que además se toma en
cuenta las cualidades, la sociabilidad, los recursos de apoyo y los mecanismos
protectores que se tengan en el entorno.
La resiliencia
no es absoluta o estática, se puede aprender y practicar, solo hay que cambiar
las percepciones y pensamientos; y apoyarnos en las experiencias pasadas y
presentes para generar estrategias de afrontamiento ante nuevos desafíos o
adversidades, también es indispensable considerar un proceso terapéutico para
sanar heridas o eventos estresantes que no nos permiten el desarrollo, y
principalmente encontrarle un sentido a todo lo hacemos y comprometerse con la
vida.
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce
dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.”
Víctor Frankl.
Referencia bibliográfica:
Revista de Psicopatología
y Psicología clínica, 2006. Vol. 11 (3), 125-146.
Licda. María Fernanda
Prado Ocampo.
Psicóloga.
nanared10@gmail.com
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