martes, 25 de noviembre de 2014

La fibriomialgia: consecuencias del dolor crónico


La OMS define la fibromialgia como aquella alteración o interrupción de la estructura o función de una parte del cuerpo, con síntomas y signos característicos, cuya etiología, patogenia y pronóstico pueden ser o no conocidos. Probablemente se trata de un proceso multifactorial; como hipótesis se ha considerado que pudiera ser un trastorno muscular primario, una alteración neuroendocrina o un proceso de tipo psicosomático.

El síntoma más frecuente de los pacientes con fibromialgia es el dolor, que se desarrolla habitualmente de forma gradual, afectando de manera progresiva extensas zonas corporales. La angustia en particular y el estrés psicológico, en general, juegan un papel central en la experiencia dolorosa y en la morbilidad global de los pacientes con este mal.

A esto se le suma la desesperación e incapacidad de la persona que está sufriendo, desembocando la depresión por el deterioro de la calidad de vida, que en ocasiones conlleva a la incapacidad para trabajar y realizar las actividades de la vida diaria. El paciente se siente dentro de un círculo vicioso sin salida.

Esta enfermedad además de provocar síntomas físicos, suelen ir acompañados de síntomas psicológicos como el estrés y la depresión, también la insatisfacción,  las fluctuaciones del ánimo, los sentimientos de inutilidad e impotencia y la vulnerabilidad psíquica. Constantemente estos pacientes son ignorados por sus familiares o sistemas sociales, las redes de apoyo son limitadas y muy inestables, lo cual perjudica la mayoría y el buen pronóstico de los pacientes con FM. Incluso son estigmatizados por algunos profesionales en salud, siendo esto desalentador y desesperanzador para estos pacientes.

Las consecuencias de este padecimiento son alarmantes, ya que no solo se ve afectado el paciente sino también sus relaciones familiares, inclusive y con más frecuencia las relaciones de pareja. En donde la culpa y la impotencia son factores que desencadenan inestabilidad y detona la crisis.

La desesperanza es otro de los síntomas que forman parte del repertorio de afección para el paciente, esto debido al poco apoyo e invención terapéutica para disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida. 

Por otro lado se pueden tomar en cuenta acontecimientos que pueden provocar o exacerbar la condición de la FM (fibromialgia), siendo estos parte de la historia de vida del paciente, por ende cruciales para entender el desarrollo de su malestar. Entre ellos abuso sexual en la infancia, el estrés emocional, víctimas de violencia, abandono y traumas.

Según Vidal (2006) “en la fibromialgia existen niveles elevados de depresión, ansiedad, somatización y una mayor prevalencia de vulnerabilidad psicológica, lo cual contribuye a que demanden ayuda médica. Así, los pacientes con fibromialgia y vulnerabilidad psicológica o que han sido sometidos a abuso psicológico, infantil o sexual reportan más estrés, dolor, fatiga e incapacidad funcional y mayor empleo de medicamentos para el dolor y uso de sistemas de salud y de medidas de terapia alternativa.”

Loayssa (2011), cita a Walter (1997), en donde dice: “Los abusos sexuales no serían la única forma de abuso que sufren estas pacientes ya que con frecuencia declaran haber sufrido abuso físico, abandono, desatención y maltrato psicológico durante su infancia cuyos efectos traumatizantes han sido reforzados por nuevos eventos durante la etapa adulta”

 Sin embargo, la participación del paciente con fibromialgia en actividades agradables de la vida diaria mejora su calidad de vida, aunque presente dolor mientras las realiza. Además se ha visto que la aceptación de la experiencia dolorosa se asocia a menos dolor, cansancio, ansiedad y depresión, mejorando así la calidad de vida. El restablecimiento de las medidas de autoeficacia, enfrentamiento, depresión, dolor, estado de salud y actividad de la enfermedad, que acompañan a la aplicación de programas de manejo de estrés, ayuda a disminuir el grado de dolor estrés.

Resulta relevante tomar en cuenta las necesidades y factores psicológicos que intervienen en el padecimiento de la fibromialgia, ya que el estrés, la ansiedad y la depresión se manifiestan de forma constante agravando la condición del paciente. Nuevas técnicas y formas de tratamiento pueden ser instrumento de mejoría y una vía para aliviar tanto el dolor físico crónico como el dolor psicológico.

Como clave primordial está mantener una vida saludable con hábitos que favorecen el bienestar, además tomar en cuenta la terapia psicológica para poder lidiar con el dolor psíquico que conlleva esta enfermedad, sanando no solo el dolor físico sino las heridas internas, además probar prácticas alternativas como la relajación, tai-chi, terapia floral, entre otras para disminuir los síntomas relacionados con el estrés y la ansiedad, realizar actividades placenteras e integrarse a grupos ya sea de apoyo o/y recreación.

Además poner en práctica técnicas innovadoras como la Psicoterapia corporal y la relajación progresiva, técnicas que logran gran mejoría en los síntomas de manera integral del paciente. Esta técnica es aplicada junto a la terapia psicológica, en donde la finalidad es la disminución de síntomas, el dolor y mejorar la calidad de vida.

Licda. María Fernanda Prado Ocampo.
Psicóloga. 
nanared10@gmail.com

sábado, 8 de noviembre de 2014

El psicológo(a) no es...

El psicólogo(a) no es mago, psíquico o milagroso…

En la actualidad existen conceptos erróneos o creencias falsas del quehacer psicológico. Mitos que van más allá de la realidad y que pueden dar una imagen estereotipada del profesional en psicología y de la ciencia misma. La salud mental es uno de los recursos más importantes que puede tener el ser humano, es la clave para consolidar la estabilidad psíquica y ser eficiente en la vida en general. 

Lamentablemente la psicología se encuentra llena de estigmas y estereotipos que no benefician ni a los profesionales, ni a las personas en general, lo cual dificulta la meta primordial del quehacer tratándose de salud metal integral.

Algunos de los mitos más comunes sobre la psicología y los profesionales en esta rama van desde el escepticismo hasta la fantasía e idealización de la “cura”, convirtiendo a esta ciencia en una herramienta inestable y poco fiable. Pues la psicología es una ciencia orientada a la evaluación psíquica, emocional e integral del individuo, trata de guiar al cliente hacia una interacción positiva y eficaz consigo mismo y con el medio. No se trata de seres mágicos que en una sesión o con el intercambio de pocas palabras puede generar soluciones rápidas y tan efectivas como un recetario; claramente eso es en primer lugar poco ético como profesional, y por otro lado se está minimizando el quehacer y la labor científica del psicólogo (a).

El cliente debe comprender que la visita al psicólogo (a) es una decisión importante, ya que es el primer paso hacia el cambio, y esto conlleva pasar por procesos que pueden mover emociones e inclusive no ser de mucho agrado para el mismo, pero que son necesarias para avanzar y lograr los objetivos terapéuticos.

La intervención terapéutica más que tratarse de solo una guía del psicólogo (a), es el trabajo mutuo entre cliente y terapeuta, se trata de lograr objetivos mediante técnicas que se consideren adecuadas para la problemática planteada. No se trata de sesiones milagrosas y clientes inactivos o pasivos. Es trabajo en equipo.

Por otro lado es importante recalcar que el psicólogo(a) no es consejero(a), ni amigo(a) es un profesional en salud que utiliza material y evaluación científica, con el fin de determinar y plantear objetivos terapéuticos. Muchas veces se cree que el profesional tiene que darle la razón en todo al cliente o ser poco sincero y directo. El profesional está para entender las dificultades y crear junto con el cliente soluciones realistas y eficaces.

La visita al psicólogo(a) es crucial para la salud mental y general del individuo, no debe ser vista como un lujo o característico de “locos” o débiles, es tan importante como visitar al médico, ya que la psique también se enferma y puede ocasionar deterioro en muchas áreas importantes de la vida sino es tratada adecuadamente. De igual forma la salud mental se trata de poder reconocernos como individuos y en la sociedad. La salud mental es felicidad y plenitud.

El psicólogo(a) no es un ser perfecto(a), ni está por encima de ninguna persona, son profesionales en salud y seres humanos, también hay emociones, errores y pensamientos. No se es un ser superior o con poderes mágicos. La labor primordial del psicólogo(a) es ayudar a enriquecer y optimizar la vida del cliente, con empatía y profesionalismo.

Es importante eliminar los estereotipos y creencias erróneas sobre el psicólogo(a) y la psicología misma. El quehacer psicológico está lleno de grandes posibilidades y de aspectos positivos lo cual tiene como fin comprender y brindar atención terapéutica al individuo, con respeto, empatía y profesionalismo.

Tomar la decisión y la responsabilidad de visitar al psicólogo, es reconocer que se necesita ayuda y que somos consientes de los problemas que acontecen. Es querer vivir con satisfacción y plenitud.

El psicólogo(a) es un guía, un investigador, un profesional, un terapeuta…

“El único cambio imposible de realizar, es el que uno mismo no quiere hacer.” Castillo, M.

Licda. María Fernanda Prado Ocampo.
Psicóloga.
nanared10@gmail.com